lunes, 28 de agosto de 2017

Vacaciones de verano 2017. Segunda parte

Una tarde decidimos ir a conocer Salobreña.
Llevábamos días viendo el pueblo colgado de la colina y nos parecía un posible pueblo blanco de Andalucía precioso.
La llegada en coche es espectacular. Vas subiendo por varias calles que por momentos se estrechan para llegar a parecer que no va a caber el coche. Incluso llega un momento en que tienes que pasar por un túnel por debajo de la iglesia para acceder a otra parte del pueblo. Al final te encuentras un mirador en el que se ve el mar y la playa a tus píes con una caída increíble. Resulta que el pueblo se tiende por la ladera oeste de la montaña, mientras que la ladera sur y la este caen verticalmente.
Un paseo por la parte alta descubre un castillo y varias casas colgadas en calles de escalera. Además te encuentras una plaza con un café con un balcón que nos enseña toda la falda de casas. Allí es donde te das cuenta de lo desaprovechado que está el pueblo. ¡Un poco de publicidad y se podría llenar de turistas!
Lo curioso es al bajar, decidimos tomar el camino de la playa y nos encontramos que nos lleva a una zona que se empezó a urbanizar y se quedó sólo con las calles. Es una pena, pero la playa está desaprovechada y termina llevándote a un barrio/pueblecito que parece el fin del mundo.
¡Una buena tarde!

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