viernes, 30 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo sexta parte

Empezar la mañana visitando las ruinas de Uxama es muy atrayente. Sólo por el hecho de ver una cisterna de un tamaño que se me antoja gigantesco ya merece la pena. Después se puede completar la visita viendo la villa que está totalmente excavada, además de la torre de vigia medieval que se construyó después en la colina. La niña, como una valiente, subió las escaleras hasta mitad de la torre, eso sí, con su perrito skye en la mano.
De allí a Catalañazor se va en un momento. Es curioso, nada más llegar vemos una ermita y un cartel que nos anuncia que aquí se rodaron algunas escenas de una película de Orson Wells. Es increíble, pero es cierto.
Subiendo al pueblo nos encontramos una calle de piedras, con casas abandonadas que se están restaurando para el turismo rural, con casas pegadas a las rocas y con un castillo en lo alto con unas vistas espectaculares. Sin embargo, todo da apariencia de estar siendo restaurado de cara al turismo y sin ningún otro tipo de vida. ¡mayor bonito!, pero sin personalidad propia

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo cuarta parte

Cuando ya parecía que el verano ya estaba hecho, nos regalamos un fin de semana en Soria con Juanma y Eugenia. Encima el tiempo acompañó para que todo fuera maravilloso y no hizo demasiado calor, ni refrescó excesivamente. La pena es que no pudieron ir ni Rosamari y Alfonso, ni Elena, que alegando trabajos de clase no quiso ir.
La gran sorpresa nos la dió el Burgo de Osma, muchísimo mejor de lo que esperábamos. Una entrada por un puente peatonal, una plaza arreglada, una catedral espectacular, una calle mayor preciosa, ... Además, está vez, acertamos con la comida y se presentó espectacular.
Por la tarde nos fuimos al cañón del Río Lobos e hicimos el kilómetro que hay hasta la cueva y la ermita. Curioso, casi todo el mundo hacía lo mismo. Una tarde preciosa nos invitaba a disfrutar con la ruta.
Una curiosidad, el vigilante de la ermita nos contó una historia de templarios en plan astral, mitológico, ... milongas. El caso es que algunas personas lo escuchaban con cara de asombro. Es increíble lo incrédulos que podemos ser.
Después nos fuimos hasta San Esteban de Gormaz. El nombre suena mucho, pero el pueblo no merece excesivamente la pena. Encima el ambiente era nulo. Nada que ver con el Burgo.
Por el camino vimos anochecer en las ruinas de Uxama, muy bonito. Pero queda para otra historia.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo tercera parte

Los últimos quince días de agosto han sido para la piscina. Hemos disfrutado de "el recreo" de lo lindo.
Un día cualquiera consistía en levantarse tarde. Irnos a mediodía a la piscina y baño hasta las dos. Volver a casa a comer, descansar un rato, y vuelta al recreo. Cuando ya empezaba a caer el sol, columpios y heladito. Y cuando empezaba a refrescar, cuarto de bolas. La niña se ha reído, ha saltado, ha nadado, ha salpicado, se ha columpiado, ... todo lo que ha querido. ¡Y más!
Algunos días, al oscurecer hasta nos tomábamos algo en "La pérgola".
Al final "Mini" se iba para la cama como una campeona. ¡Qué iba a hacer, totalmente agotada!
Lo he disfrutado muchísimo porque verla a ella es como un subidón de adrenalina permanente. Encima en la piscina, sobre todo por las mañanas, no había mucha gente y he podido leer un montón muestras jugaba con otros niños en el agua

sábado, 24 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Décimo tercera parte

He leído muchos libros de Javier Reverte. Me gusta mucho porque siempre cuenta historias curiosas de los sitios por donde pasa, además de algo de historia para relacionar el presente con el pasado.
Este verano ha caído en mis manos una recopilación de libros de sus primeros tiempos de escritor. De hecho él mismo reconoce que los escribió como consecuencia de sus experiencias como reportero. Había estado en Centroamérica y de ahí aparece esta "Trilogía de Centroamérica".
Como son libros independientes decido leer sólo uno y ya leeré los demás en otro momento.
El primer libro es una novela ambientada en Nicaragua tras el triunfo Sandinista. Nos trasmite la vida de las personas en los pueblos de la frontera, azotados por los contras. Es curioso leer cómo la gente tenía una ilusión tremenda por encontrar, por fin, un poco de paz y libertad.
En vez de ser un libro de viajes es una historia de ficción, pero con los ingredientes que luego han distinguido al autor. Véase, comentarios de la gente, reflexiones sobre el pasado de la zona, conversaciones con las personas comunes y, sobre todo, un vuelo por encima de todas las vertientes de la realidad del país que nos permite vislumbrar lo que pudieron ser esos días tremendos de revoluciones y contrarrevoluciones.
Como siempre, un placer leer a Reverte, aunque todavía se nota la inexperiencia del principiante. En libros posteriores ya, sin tapujos, de viajes, su estilo es mucho más claro.

viernes, 23 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo segunda parte

Un día maravilloso de verano nos vamos a la playa y disfrutamos a lo loco. Después nos volvemos a la urbanización y nos bañamos en la piscina. Satisfechos de tanto baño comemos como unos campeones en nuestra casa y nos tumbamos a dormir la siesta y a ver la tele.
A media tarde no vamos a la playa, preferimos ir a la piscina porque a las siete hay que coger el coche e irnos a Sevilla a recoger a Rosamari y Alfonso. El viaje de ida se antoja maravilloso porque vamos con muchísima ilusión, ¡por fin, un viejo sueño sobre estar todos juntos de vacaciones en la playa se va a cumplir!
Aunque el aeropuerto de Sevilla no es muy grande no es fácil orientarse en él, porque está mal señalizado. Por fin, conseguimos aparcar y nos acercamos a la zona de llegadas. Justo a tiempo, porque sin esperas podemos ver a los dos "Chucheros" saliendo.
Tras la enorme alegría que nos entra a todos, abrazos, risas y demás, cogemos el coche y nos vamos a Conil a cenar. Primera noche y gran cena. Volvemos a cenar en la taberna de la plaza y disfrutamos de un paseo por el pueblo, helados, galería de arte, feria de libros, ...
Por fin, ya en la medianoche, nos vamos a casa y les enseñamos nuestra casita de vacaciones. Parece ser que les encanta y nos damos por contentos. ¡Todo empieza bien!

jueves, 22 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Duodécima parte

Hacía muchos años que no leía una novela de terror. Este año he visto en varias librerías el nombre de Manuel Loureiro anunciado como un verdadero éxito. Así que decidí leer algo de él.
"El último pasajero" es una novela parecida en argumento a otras muchas, incluidas varias películas. El buque (nave espacial, casa aislada, planeta abandonado, ...) es un ambiente recurrente en la literatura de terror. Sólo pensar en el aislamiento ya nos produce miedo a todos. En este libro introduce además un elemento que se ha vuelto atrayente para todos en los últimos años: la Alemania nazi.
El resultado no es malo. La novela es entretenida sin aportar nada nuevo al género: los personajes van cayendo uno a uno hasta un final sorprendente que se escapa de la lógica para que se salve alguien (protagonista principal).
Satisfactorio, pero nada más.

martes, 20 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Undécima parte

Empecé a leer "la isla de Alice" porque había sido finalista del Premio Nadal y, después de leer la ganadora, tenía curiosidad.
Está bien, pero no me ha atrapado. De hecho la he dejado seis o siete veces para leer otras cosas. Pero sin embargo, algo me atraía a ella, puesto que al final de cada libro siempre tenía la tentación de volver a ella.
La historia parece por momentos muy compleja, pera al final, después de vueltas y más vueltas nos lleva a un final, cuando menos lógico. La trama tiene momentos interesantes, hablando de la obsesión de la mujer por encontrar respuestas que se torna, por momentos, opresiva.
En definitiva, está bien, pero creo que es un poco larga, estirada sin necesidad.

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo primera parte

Un domingo de junio celebramos el cumpleaños de la abuela Fonsa. Pero el día se presentó muy largo. A primera hora Rosamari nos coge a Aitana y nos vamos a llevar a Elena a Avilés para que coja el avión a Londres. Volvemos y nos vamos a comer a la cueva de Valdevimbre.
A los abuelos, Rosamari y Alfonso les encanta la cueva y la comida. Siempre es una experiencia comer en una cueva. Después de la comida vuelta a León y paseo en familia por la ciudad después de descansar un rato.
Un mensaje de Elena que nos dice que ya llegó, unas fotos de su casa en Cambridge y el paseo completan un día perfecto.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Décima parte.

Después de leer "la verdad sobre el caso Harry quebert" me quedo un regusto a buena novela negra/misterio, pero sin acabar de convencerme. Así que decidí leer "el libro de los baltimore". Estoy hablando de uno de los autores de moda: Joel Dicker.
El libro narra la historia de dos familias emparentadas a lo largo de muchos años. Es muy entretenido. Está bien narrado y la historia te va llevando hacia la tragedia que se anuncia desde el principio hasta el sorprendente final. Pero no por ser sorprendente, está sacada de contexto y suena a fuegos artificiales.
La historia engancha y es más de lo que ocurre con la mayoría de los libros.
En definitiva, un autor que se puede seguir leyendo.
¡divertido y entretenido!

domingo, 18 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésima parte

1 de julio. Un año más cogemos la ruta de la Plata dirección Cádiz. La sensación de vacaciones empieza ya rumbo a Benavente. Pero es ya cuando paramos en Salamanca a llenar el depósito y, sobre todo, tras pasar Béjar cuando las vacaciones son de verdad.
La sensación de ver esa Hacienda tipo Falcón crest al salir de Mérida nos lleva ya a la mentalidad de vacaciones total. Si encima paramos a comer en el área de servicio de Monesterio, con el trajín de turistas habitual, ya nos hemos olvidado del curso totalmente.
El paso de Sevilla, el atasco habitual de puente y la preciosa autopista a Cádiz son ya parte habitual y festiva de las vacaciones. Cuando cogemos la autopista de la costa dirección sur ya todo es alegría, que deriva en curiosidad sobre cómo será el apartamento de este año.
La urbanización es preciosa, ideal para la niña, el apartamento cómodo y espacioso y Sancti Petri, sencillamente, espectacular.
¡A disfrutar!

sábado, 17 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Novena parte

Desde que leí "El señor de los anillos" siendo niño me ha encantado el género de fantasía. Estén bien o mal escritos los libros que me llevan a mundos diferentes siempre me han hecho soñar. La consecuencia es que periódicamente leo alguno. Y siempre lo hago con ilusión.
Este verano ha tocado leer "La maga" de Trudi Canavan. Había oído referencias y buenas críticas en multitud de páginas en Internet. Encima lo había visto físicamente en "la casa del libro". Pero me ha desilusionado. El mundo que describe no está demasiado conseguido, es decir, te lo puedes imaginar cómo quieras. Los personajes no atrapan, ni siquiera la protagonista. Y la acción se intuye, pero nunca llega.
Un libro que se anuncia como el principio de una saga, que no leeré. ¡No merece la pena!

viernes, 16 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Decimo novena parte

De ninguna manera queríamos acabar las vacaciones en Cádiz sin ir a ver el pueblo de la más grande.
Así que una tarde nos dirigimos a Chipiona. La primera parada en Sanlúcar de Barrameda nos sirvió para ver una espectacular puesta del sol en la playa, que no nos pareció tan grande como esperábamos por lo de las carreras de caballos. Luego un paseo en coche por el pueblo, y que remedio porque fue imposible aparcar, nos dejó ver un sitio de turismo de hace años que se ha ido viniendo a menos.
En Chipiona la apariencia inicial es cutre, pero luego hay una calle llena de Comercio que completa los bares que dan a la playa. Allí cenamos en el patio de un sitio que resulta encantador (además de estar muy buena la comida). El paseo posterior calle arriba, calle abajo, me recuerda, con la variante de los bares, chinos y luces, la España de los años 60.
Cuando decidimos irnos damos una vuelta con el coche por el pueblo y nos encontramos una zona de pubs con terrazas que dan al mar que despejan la impresión de cutre para pasar a otro nivel.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Octava parte

Leer a Elie Wiesel es una sensación fuerte, y aterradora.
Este verano he leído la "trilogía de la noche" y es fuerte, muy fuerte.
La primera narra la historia de un niño, él mismo, en un campo de concentración. Son hechos reales, ¡ocurrieron!. Se parecen a muchos que hemos oído. Son aterradores. Sin embargo estamos tan sensibilizados sobre el Holocausto que ya parece que no nos puede impresionar más.
La segunda narra una noche en Palestina, cuando los israelíes luchaban contra los británicos. ¡Espeluznante! Después de pasar por un campo de concentración no hay razón que pueda explicar lo que se vé obligado a hacer.
La tercera parte trascurre varios años después en Nueva York, donde el autor era periodista, cuando está en el hospital por un accidente de coche. Las reflexiones sobre su vida y el destrozo moral derivado del campo son brutales. Una auténtica y malsana filosofía de vida.
He de reconocer que la segunda y tercera parte me han impactado. La primera es brutal, pero ya lo sabía. Las otras dos nunca las había pensado. Reflejan las consecuencias del campo de concentración en la vida de los supervivientes. Sobrevivieron, sí, pero destrozados física y mentalmente.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Decimo octava parte

Una mañana de sábado cogemos el coche y nos vamos rumbo a Toro. El objetivo es ver las edades del hombre y disfrutarlas junto a Eugenia y Juanma.
Aparcamos frente al castillo y esperamos a que lleguen. Desde allí nos dirigimos a la iglesia para ver la primera parte de la exposición. Después de ver "Aqua" tomamos un vino y nos dan un regalo para la niña: una mochila de Marshall y un Rocky, además de unas pinturas. Como siempre, lo mejor del día es ver la carita de la niña cuando vé las "sorpresas".
Decidimos cambiar la comida e irnos a un bar de los que jalonan toda la plaza. Decisión equivocada. La comida es regular y el servicio pésimo.
Llega la tarde y vemos la segunda parte de las edades antes de dar un paseo por el casco histórico. Después nos vamos al castillo y vemos las impresionantes vistas que hay desde las almenas al río Duero.
Al marcharnos, como siempre, hacemos las promesas habituales de vernos más, aunque sabemos que la realidad, tozuda, nos indica que nos veremos poco.
Al volver paramos en un pueblo que tiene unos patos en un pequeño estanque. La niña abre la boca con la sorpresa de los patos y a nosotros se nos cae la baba de verla a ella.
En definitiva, otro día maravilloso que se hace corto. La única pena es que Elena no vino porque apareció por casa a las diez de la mañana, ¡y eso que la había avisado!

domingo, 11 de septiembre de 2016

Vacaciones de verano 2016. Vigésima parte

Estar de vacaciones en Cádiz, otra vez, es maravilloso por sí sólo. Ver de nuevo la luz blanca que hay durante todo el día, los atardeceres rojos de la costa, los maravillosos pueblos blancos, ...
Pero este año, además, nos depara una sorpresa inesperada. A los dos días de estar allí quedamos con Miguel Ángel y Ana para cenar en Conil. Increible, pero cierto. No encontramos cuándo ni donde cenar en León y, sin embargo, terminamos cenando a 800 km de casa.
Las calles de Conil todavía no presentan el lleno que tendrán dentro de unos días. A principios de julio aún no ha llegado la avalancha de turistas y se puede pasear sin estar permanentemente dando empujones.
 Cenamos en una terraza enfrente de la Iglesia y la Torre donde, dos años atrás, habíamos cenado durante la final del Mundial de fútbol. Aunque ahora, al  no haber fútbol, está bastante más llena. Aitana está un poco inquieta y se mueve bastante durante toda la cena, así que al final, le dejo la tableta y se entretiene ella sola.
Un paseo después nos lleva hacia la plaza principal y a comer un helado en una de las muchas heladerías que hay en la ciudad.
En definitiva, una cena distinta a muchísimos kilómetros de casa. Estos encuentros siempre "saben" mejor cuando se hacen lejos por lo increible que parece poder disfrutar con amigos en lugares inesperados.

Vacaciones de verano 2016. Décimo séptima parte

Estar de vacaciones en Cádiz, otra vez, es maravilloso por sí sólo. Ver de nuevo la luz blanca que hay durante todo el día, los atardeceres rojos de la costa, los maravillosos pueblos blancos, ...
Pero este año, además, nos depara una sorpresa inesperada. A los dos días de estar allí quedamos con Miguel Ángel y Ana para cenar en Conil. Increible, pero cierto. No encontramos cuándo ni donde cenar en León y, sin embargo, terminamos cenando a 800 km de casa.
Las calles de Conil todavía no presentan el lleno que tendrán dentro de unos días. A principios de julio aún no ha llegado la avalancha de turistas y se puede pasear sin estar permanentemente dando empujones.
 Cenamos en una terraza enfrente de la Iglesia y la Torre donde, dos años atrás, habíamos cenado durante la final del Mundial de fútbol. Aunque ahora, al  no haber fútbol, está bastante más llena. Aitana está un poco inquieta y se mueve bastante durante toda la cena, así que al final, le dejo la tableta y se entretiene ella sola.
Un paseo después nos lleva hacia la plaza principal y a comer un helado en una de las muchas heladerías que hay en la ciudad.
En definitiva, una cena distinta a muchísimos kilómetros de casa. Estos encuentros siempre "saben" mejor cuando se hacen lejos por lo increible que parece poder disfrutar con amigos en lugares inesperados.

sábado, 10 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Séptima parte

Cuando televisión española anunció a bombo y platillo la emisión de una serie sobre un detective del siglo XIX llamado Víctor Ros, me propuse verla. Y como no podía ser de otra manera, no la ví. Así que busque la información y averigüe el nombre del autor: Jerónimo Tristante, y el del primer libro:"El misterio de la casa Aranda".
Ha sido una agradable sorpresa. He disfrutado leyendo el libro. La historia no es excesivamente compleja, pero la ambientación en el Madrid a finales del siglo está bien lograda, sin ser una maravilla. Al leer se es capaz de imaginar, aunque sólo sea parcialmente, la vida de aquel momento. Novela de verano, entretenida, pero sin desmerecer.

viernes, 9 de septiembre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Décimo sexta parte

Una mañana en Lisboa nos dedicamos a bajar por la avenida da Libertade. Es una avenida al estilo de la Castellana de Madrid, con lujosos edificios del siglo pasado y numerosas tiendas de las mejores marcas. Sin embargo, todo da apariencia desértica, apenas hay gente y da la impresión de poca clientela de lujo.
Al final de la calle, ya casi en la plaza del Rossio nos encontramos dos calles inclinadas, una a cada lado, que pueden subirse en tranvía. Nos inclinamos por la de la derecha y subimos al mirador de Sao Pedro de Alcántara. La subida es espectacular, aunque sólo la usamos turistas.
Llegados al mirador nos encontramos una placita con unas vistas de toda la ciudad espectaculares. Está poblada por pintores y todo tipo de casetas claramente enfocadas a los visitantes de la ciudad.
Tras las fotos pertinentes emprendemos un paseo por la parte alta, con lo que atravesamos la zona de ambiente, donde todavía hay restos de la noche anterior. Casi todas las casas están recubiertas de azulejos. Es precioso, aunque comentamos que esto queda bien aquí, pero no en España. Terminamos llegando al café A Brasileira, donde nos internamos a tomar un fantástico café y a realizar fotos. El local sigue acondicionado con un estilo que recuerda a las películas de espías de la II Guerra Mundial. Seremos muy peliculeros, pero es fácil imaginarse como un espía en la Lisboa neutral.
Una vez fuera no nos queda más remedio que sentarnos con Pessoa y someternos a la más típica costumbre turística.
Pero es media mañana y el paseo debe continuar, Lisboa no espera y todavía queda mucho por ver.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Sexta parte

Conocida es por todos mi afición a los viajes. Así que decidí comprar un libro de Miquel Silvestre "nómada en Samarcanda".
El libro narra el viaje desde Madrid hasta Samarcanda, atravesando los Balcones, Turquía, Georgia, Azerbaiyán y Uzbekistán. Sin profundizar mucho en ninguno de los países que atraviesa, sí que es entretenido y muy instructivo. Una mirada más sobre todos esos países. Quizá diferente, porque se desarrolla en moto. Además ha cogido la idea de algunos clásicos en la novela de viajes de hacer referencia a hechos históricos de los sitios por donde pasa, lo cual enmarca el viaje y las cosas que estamos imaginando de los sitios que nos describe.
En definitiva una buena novela de viajes, sin llegar a ser una obra maestra. Cumple sobradamente con lo que promete.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

Libros del verano 2016. Quinta parte

Otra vez novela negra. Y otra vez sueca. Está vez voy a hablar de "Misterioso" de Arne Alt.
El libro en sí me parece bueno ya sólo porque me ha impulsado a buscar y escuchar la canción de Therelius Monk que da título al libro. Es increíble las veces que te la menciona que te obliga a escucharla, porque si no crees que dejas incompleta la lectura.
Por otro lado, es libro está bien estructurado y no es tramposo, te va llevando hacia el final de manera lógica y sin artificios innecesarios. Toca además varios temas de actualidad, como son las mafias del este, la inmigración y, sobre todo, los parados y la desesperación que entra cuando se rompe tu modo de vida.
En definitiva, una buena novela negra que consigue lo que pretende, intrigar y entretener

lunes, 5 de septiembre de 2016

Vacaciones de verano 2016. Décima quinta parte

Después de pasar un día entero paseando por Lisboa, decidimos ir a cenar al barrio de Alfama. Por eso nos metemos a la derecha de la catedral por la calleja que desciende. Una calleja que, sorprendentemente, tras pasar el primer requiebro se alarga muchísimo más de lo que aparenta. Nada más entrar nos encontramos un vendedor que nos ofrece tres alternativas para escuchar fados. La verdad es que le seguimos, pero después de ver los tres decidimos seguir y adentrarnos más y más en el barrio. Los sitios se van haciendo más populares, pero rápidamente vemos que son una atracción turística, muy lejos de lo que pudiera ser la esencia del fado.
Una fotos después, nos damos la vuelta y volvemos a la catedral para bajar a la Baixa a cenar. Pero en la Rúa da Conceição, esquina dos faqueiros nos metemos en un pequeño bar donde cenamos un menú barato y de la mejor calidad que hemos probado en Lisboa.
Sólo queda dar otro paseo por la Baixa que se convierte en una fiesta, gracias un africano que toca unos tambores con todo el ritmo que nadie se pueda imaginar. Hasta la niña bailó con él.
De nuevo en la plaza del Rossio decidimos aprovechar el bono que tenemos para volver al hotel y así probar el metro de Lisboa.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Vacaciones de verano 2016. Decimo cuarta parte

La costa de Portugal en la desembocadura del Tajo, entre Belém y Cascais tiene una luz especial. Es una costa de pequeñas calas en la que se ven mansiones espectaculares, algunas venidas a menos de épocas pasadas. Se pasa por Estoril donde los sueños de la existencia de un rey de España en el exilio se nos hacen muy presentes. Vemos el casino, pero lo nuestro no es jugar. Un recorrido en coche y nos vamos hasta Sintra. Está muy cerca, pero ya es Sierra. Nada más llegar al centro cogemos la carretera que sube al castillo da Pena, pero no nos apetece entrar. Después de los Jerónimos nuestras ansias de arte están colmadas.
Así que bajamos al centro de la ciudad a pasear por las Callejas estrechas en cuesta, a comer, a deleitarnos con unas casadiellas (no malas, pero nada que ver con las asturianas), e incluso a encontrarnos con Jesús, compañero de Tere en el Instituto y mío de matería y Sindicato.
Poco a poco a cae el día y volvemos a Lisboa para pasear un rato por la plaza de Comerço y por la Baixa. La plaza se abre al río con una escalinata poblada de gente disfrutando de la brisa y el paisaje. La Baixa, por contra, no refleja tranquilidad, está llena de bares con gente cenando, tomando algo o, simplemente, disfrutando de los espectáculos callejeros que hay.
Antes de terminar el día, Maritere compra en un bar un coco y disfruta tomando el jugo con una pajita. Otra experiencia pendiente de hacer que se cumple.