sábado, 1 de octubre de 2016

Vacaciones del verano 2016. Vigésimo séptima parte

Quedar con Javier y Zulema siempre está bien. Además está vez hemos quedado en Lubián, el pueblo de Zulema, donde han arreglado una casa.
Nada más llegar nos hemos ido a una panadería a comprar una super empanada de un tamaño como no había visto en mi vida. Encima estaba muy buena.
Por la tarde nos hemos ido a la ermita donde hacen las romerías y desde allí nos hemos hecho una pequeña ruta de senderismo hasta un mirador sobre el río. Las vistas: espectaculares, la ruta: sencillita y no muy larga, ideal para que la pueda hacer la niña. A mitad de camino vemos un molino que ya no funciona, pero que mantiene el enorme eje y la piedra de un tamaño descomunal. Una tarde excepcional, ni demasiado calor, ni demasiado fresco.
Después de volver al pueblo cena, tras cervecita en el bar del pueblo y paseo. Estamos en un pueblo de casas de piedra, todas restauradas, donde se ve el dinero de los generadores eólicos que lo rodean por doquier.
Un día encantador.

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